El estado de alarma, con el consecuente confinamiento de la población en sus domicilios, es un factor de vulnerabilidad para aquellas mujeres que conviven con sus agresores y dificulta notablemente la detección por parte del entorno y profesionales, así como la denuncia por parte de las propias mujeres.
La violencia contra las mujeres puede manifestarse de forma física, psicológica, sexual o económica pudiendo incluir amenazas, intimidaciones y coacciones.
Os adjuntamos un cartel con la información de los Servicios disponibles a nivel local.